martes, 23 de julio de 2013

Tarantino en el semáforo

Exterior día, dirían. 
Un coche japones auténtico matriculado en España, un producto en serie de uno de los mayores fabricantes mundiales, uno mas, azul, de cuatro puertas;  detenido ante un semáforo. Un coche de marca americana fabricado en valencia, azul de cinco puertas, directamente diseñado para el gusto europeo, nada de motores V8: un modesto cuatro cilindros y gracias, está detenido aspirando vapores japoneses seguramente mas inocuos. El semáforo abre paso después de tenerlos esperando el tiempo que algún operario ha programado. El coche japonés avanza, el americano con alioli le sigue. La tapa del maletero del nipón se abre con el vehículo en marcha. No tenemos plano subjetivo desde el fondo del maletero, es lo malo de la realidad vivida , que faltan ángulos. Tampoco tenemos plano del conductor, tenemos un plano secuencia desde el puesto de condución de un coche que circula detras de ese maletero que mastica el aire a cada bache. No hay música, no hay zoom, no hay primerísimos primeros planos de ojos centelleantes y frentes bañadas en sudor y sangre.

"Ey, el difunto se ha movido. Que se escapa, dale con la culata en la cabeza otra vez, para. Hazle así, yyyaaaa, karateka sinturón negro."
De Tarantino salto a Álvaro Saenz de Heredia. Me quedo pensando en el astracán que acabo de imaginar.
El americano que salía poco a la calle y deboraba peliculas de video club frente a el cantaor humorista  tan grande que se permitió una vez dar su discurso de navidad. De sus pechos me he amamantado. Y me doy cuenta que pese a tanto plano secuencia y a la realidad que me invade, inconscientemente no llego a Berlanga. Me falta acidez, inteligencia.
Ay, Berlanga, ¿Por qué nos has abandonado? Con la falta que nos hace que nos hicieras un "Patrimonio nacional" o un "Todos a la cárcel" y nos retrataras otra vez con estupendos actores españoles campando por tu plano, dándolo todo, con todo su oficio y su buena dicción teatral. 
Ando nostálgico de risas despreocupadas de los noventa, es cierto, pero ahora me apetece artistas que retraten la retranca española como está mandado desde Goya. Si aquel sordo es la imagen de los premios académicos, palanca de portadas del ABC, me faltan artistas que retraten a Marias Luisas y cineastas que  aireen la caspa desde la caspa y nos iluminen, por que a mi no me sale.
Firmado: Antigua y barbuda.

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