Hace un mes que Rafa vive en Londres y hablando por Facebook conmigo Antonio Zafra le he preguntado que como van las cosas por España. Le he dicho que el país está malito y me ha pedido que me escribiera algo sobre ello con el título "España en el hospital". Esto es lo que me he escrito:
Me da un billete pa España.
¿De avión?
No, uno de cinco euros aunque sea.
Leyendo sobre la supuesta fimosis de Paca la Culona (dixit Queipo de Llano) y rememorando los excesos de golpes de cadera campechanos, me sugieren que escriba sobre España. Y con título
“Sobre España en el hospital”.
España según el último parte médico, está mejorando favorablemente y fuera de peligro.
La familia y vecinos piensan que como mucho está estable dentro de la gravedad pero sin síntomas claros de mejoría. No se fían de estos comunicados médicos. No hace tanto certificaron la muerte de “Paca” cuando el pueblo subía que había muerto de su cuarta autopsia.
España tiene la tensión alta, mal el riego, mal de alturas, algo de golpe de calor, terrores nocturnos, sudoración, palpitaciones.
Lo más grave: presenta asfixia; no puede subir, se ahoga. Unos dicen que tiene mucho lastre y que debe adelgazar, otros que no tiene musculo suficiente (hipertrofia) como para tirar de sí misma. Muchos piensan que lo que tiene es que está infectada de parásitos. Se están analizando los supuestos parásitos, según que laboratorio difiere, los del lado diestro, laboratorio que colabora con el equipo médico, dicen que los parásitos son comunes o del vulgo.
Hay quien dice que los parásitos no son tales son habitantes naturales del enfermo, bacterias que ayudan al organismo mientras son los mismos médicos los que están ejerciendo de chupa-sangres, sacando la sangre por litros diciendo que es el remedio a los males, pero estos laboratorios no tiene acceso al paciente.
Otros dicen que los médicos y laboratorios están conscientemente manipulando los análisis y las mordeduras que presenta España no son de parásitos ni de bacterias, son de grande depredadores: tiburones y buitres carroñeros, pero igualmente no pueden acceder al paciente.
El paciente está en reposo, está perdiendo masa muscular lo que a la larga hará muy larga la recuperación total del enfermo.
El paciente tiene un largo historial de sangrías, de penurias, con periodos de leve mejoría incluso de euforia en los que exhibía un vigor y una velocidad superior al más fuerte de entre sus iguales. Al poco tiempo de esta euforia ha decaído en un letargo largo y penoso.
Los más viejos del lugar piensan que se le pasará solo. Los más de entre todos piensan que mejoraría infinitamente si suspendieran el tratamiento y abandonara el hospital. Los hay quienes dicen temer que en su casa le van a suministrar la misma medicina ya que en aquella no saben hacer otra cosa que seguir ese tratamiento y administrárselo pensando que es por su bien.
El paciente desde su misma naturaleza va a tener que generar anticuerpos contra el tratamiento, para de una manera natural detener la sangría, quedan dos años largos para que se renueve el equipo médico. A ver cómo llega. Y a ver la familia y el mismo paciente si saben cambiar de médicos, porque estos tienen un palique…
Hay gente tan desesperada que dicen: ¡Que corten por lo sano! Peor, no se sabe lo sano y lo enfermo dónde tienen sus lindes.
Si en 40 años aquel caballero no arregló sus problemas de fimosis y murió con ellos, y el otro señor lleva treinta y tantos dando golpes de cadera que tienen sus salud minada, poniendo en peligro todo por dar un golpecito de cadera más aunque fuera el último… igual es hora de cambiar de hábitos, médicos, de abandonar el camino de la suciedad, de la enfermedad, y caminar por la senda de la salud. Y pensar que estos enfermos crónicos no son buenos doctores.
Dieta mediterránea, ejercicio moderado, alimentos frescos, mucha agua.
España tiene intolerancia a la lactosa creo, no le sientan bien los menús de Centroeuropa, américa.
La comida criolla se me antoja buen menú ahora que la mediterránea no está muy potente.
¿Sabes cuál te digo? Ya me estoy extendiendo en otro momento hablamos de dietas.
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